Como empresa, Crepes & Waffles arrancó en el año de 1980 cuando abrió su primer punto de venta en la Carrera 11 con Calle 85 de la ciudad de Bogotá. Desde entonces se ha posicionado como un restaurante con un menú y un ambiente joven e informal. “El secreto de Crepes está en que ha sabido llevarle a los estratos tres y cuatro ingredientes de lujo como la rúgula u otros que no habían probado antes, inventado un nuevo negocio”, explica Diego Parra, Director de la empresa Katharsis, líder en consultoría de innovación.
Una compañía ciento por ciento colombiana con 14 locales en Ecuador, Perú, Panamá, Venezuela, México y España y 57 en diferentes ciudades de Colombia. Con más de un millar de empleados en los que predominan las mujeres cabeza de familia, siendo su principal política de responsabilidad social.
Eduardo tiene como filosofía de trabajo lograr el equilibrio entre el aspecto humano, gastronómico y financiero de su empresa. Por eso, satisfacer las necesidades fundamentales de sus empleados, que en 91% se trata de mujeres, constituye el principal objetivo de este empresario y, seguramente, la clave de su éxito.
Eduardo Macías y su esposa Beatriz Fernández los fundadores de crepes & waffles cuentan su anécdota que reposa el principio de la fórmula mágica de sus waffles en la irrupción de un ángel gastronómico y providencial. Eran entonces un par de jóvenes universitarios que sabían de cocina lo mismo que de mercadeo: nada. Operaban en su rústico lugar de estilo francés, con el menú grabado en tablas de madera como si fuera un refugio de mosqueteros, en esas andaban, madrugando a mercar en plazas y frigoríficos la vitualla para preparar “variedades de crepes, rellenos de deliciosas salsas, y exquisitos waffles crocantes cubiertos con salsas de dulce”, cuando acaeció el suceso. Una señora (Manuelita Durán), se coló en la cocina y le reveló a Beatriz la realidad de su preparación: “chinita, estos waffles son horrorosos”. Y salió como por entre un tubo, y así volvió, con una receta escrita, un waffle instantáneo y una sentencia inapelable: “Así se preparan los verdaderos waffles”.
Y así los preparan hoy, 20 y tantos años después, abren las puertas a una clientela fascinada, que hemos visto a Crepes & Waffles cumplir de lejos su Misión: “despertar admiración en cada cliente por servir arte con amor y alegría a precios razonables”. Si nos dejan, los vamos a querer toda la vida.